domingo, 10 de junio de 2007

Cura frente a la gripe aviar

La clave para dar con una cura para la gripe aviar podría estar en aquellas personas que sobrevivieron a su contagio. Un grupo internacional de científicos ha logrado crear, a partir de la sangre de cuatro personas que superaron la enfermedad, anticuerpos capaces de neutralizar el virus en el laboratorio y en ratones.

La base científica de este experimento no es nueva. La terapia con anticuerpos es eficaz en otras enfermedades como la hepatitis A y B, o la rabia y ya se empleó, aunque de forma muy rudimentaria, durante la epidemia de gripe española de 1918. Algunos médicos trasfundieron la sangre de supervivientes a pacientes infectados lo que redujo la mortalidad hasta en un 50%, según estudios recientes.

El virus H5N1 de la gripe aviar, 'primo' de aquel que sembró la tierra de muertos en el 18, ha causado la muerte de millones de aves desde 2003, sobre todo en Asia. Aunque es un patógeno 'animal', en ocasiones ha saltado a los humanos, provocando hasta el momento 307 contagios, 186 de ellos mortales, según la OMS.

Aunque se desconoce con exactitud el porqué de su gran virulencia –la mortalidad supera el 60%-, los casos fatales se han asociado con neumonía severa, linfopenia (descenso de glóbulos blancos), elevada carga viral en el tracto respiratorio y aumento de la actividad de las citoquinas (moléculas que regulan la respuesta ante una infección).

Estos factores permiten, en última instancia, que el virus se extienda más allá de los pulmones hacia el cerebro y el bazo, preferentemente. La infección de otros órganos determina la letalidad del patógeno, pues en los supervivientes estudiados en el nuevo trabajo, que acaba de publicar la revista 'PLoS Medicine' sólo se detectó H5N1 en el sistema respiratorio.

Esta capacidad de evitar la expansión del virus se debe a la presencia de anticuerpos descubiertos en la sangre de cuatro pacientes vietnamitas que habían superado la enfermedad. El hallazgo lo realizó uno de los firmantes del estudio, Antonio Lanzavecchia, y su equipo, en el Instituto de Investigación Biomédica de Bellinzona, Suiza.

Este grupo colaboró en este estudio con científicos del Hospital de Enfermedades Tropicales de Ho Chi Minh (Vietnam) y del Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos. El reto era crear a partir de estas muestras anticuerpos monoclonales capaces de neutralizar el virus H5N1 tras un contagio. Es decir, conseguir una inmunidad pasiva eficaz.

Los resultados, aunque preliminares, demostraron que los anticuerpos generados a partir de la sangre de supervivientes previnieron la infección en ratones sanos y la neutralizaron en roedores anteriormente contagiados. "Podrían tener –en opinión de los autores- potencial como tratamiento coadyuvante en casos de pandemia humana o animal por H5N1".

Esta terapia sería, a tenor de estos datos, una intervención plausible que cuenta, según este trabajo, con varias ventajas como la rapidez con la que se obtiene, la posibilidad de seleccionar el anticuerpo más eficaz y que resulta efectiva cuando se administra hasta 72 horas después del contagio.

La eficacia a los tres días es una de las características más resaltadas por los autores "dado que la mayor parte de los casos humanos de infección de H5N1 no llegan a los servicios de salud hasta que han pasado varios días desde la aparición de la enfermedad".

A pesar de la incertidumbre reinante en cuanto a la posible evolución del virus de la gripe aviar, los autores se confiesan "animados por la amplia actividad neutralizadora de estos anticuerpos 'in vitro' y las moderadas dosis necesarias 'in vivo' para conferir protección".

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