¿Puede una mala traducción cambiar el curso de una investigación?...
MADRID.- Los intérpretes de árabe que trabajan en el juicio del 11-M han puesto en duda la principal prueba contra Rabei Osman el Sayed 'Mohamed el Egipcio', que son unas conversaciones grabadas por la Policía italiana en su piso de Milán. Según la transcripción, Rabei se atribuye el proyecto de los atentados y se enmarca a sí mismo en un entorno de mártires, yihadistas y Al Qaeda. Según los intérpretes del juicio, la transcripción está llena de malas interpretaciones, aunque su nueva transcripción aportada al tribunal tampoco le desvincula del 11-M.
Los intérpretes del juicio, expertos filólogos en árabe clásico, que han traducido a todos los procesados y testigos de origen árabe que han pasado por el tribunal, han considerado errónea gran parte de la transcripción de las 60 horas de conversaciones grabadas. Según ellos, los traductores italianos prácticamente se han inventado las frases que incriminan a Rabei Osman.
Sin embargo, los intérpretes atribuyen a Rabei Osman frases que no le desvinculan precisamente de su conocimiento de los atentados, según las nuevas transcripciones a las que ha tenido acceso elmundo.es.
La traducción, aseguran, es un producto de "malas interpretaciones", "desconocimiento de la lengua árabe culta", sus citas y frases hechas, así como "desconocimiento de referencias históricas" y del Corán. Además, el portavoz de los intérpretes achaca a los traductores italianos cierta "ligereza" y "poca responsabilidad" al hacer sus transcripciones porque se aprecia que han intentado "amueblar un contexto que realmente no existía".
"Se dicen cosas que no están. Muchas cosas no las hemos oído y otras creemos que son malas interpretaciones por desconocimiento", han añadido.
El abogado de Rabei ha preguntado a los intérpretes por algunas frases clave de esas conversaciones. Por ejemplo, la más importante: según las autoridades italianas, el apodado 'Mohamed el Egipcio' le dice a su supuesto discípulo Yahya Mawed: "El hilo de la operación de Madrid fue mío". Los traductores del juicio señalan: "Eso no lo hemos escuchado".
A continuación, reproducimos un fragmento de la transcripción de la Policía italiana:
Rabei: Escúchame bien, Yahya, no te oculto... escúchame bien... yo tengo muchos amigos que cayeron mártires por Alá, algunos se fueron a Afganistán para el yihad, y otros están en la cárcel. Escúchame Yahya, ten cuidado y no hables, la operación de Madrid fue mía (idea mía)... Fueron los más queridos amigos... cayeron mártires, que Alá les tenga en su misericordia.
Yahya: Ahh...
R: Todos fueron mi grupo. En realidad, yo no estuve con ellos el día de la operación, pero el día 4 me puse en contacto con ellos, y me enteré de todos los detalles. Ten cuidado y no hables. Ellos se movían juntos mientras yo me muevo solo.
Y: ¿Todos murieron?
R: No, no. Murieron 5, que Alá les tenga en su misericordia, y ocho fueron encarcelados. Son de los mejores amigos... Empecé la preparación el día 4. El programa fue de alto nivel, incluso yo estaba preparado para ser mártir, pero ciertas circunstancias me lo impidieron. Todo está en la Mano de Alá. Si la operación hubiera tenido éxito, nadie habría podido olvidarlo nunca porque el material estaba preparado, pero el problema fue transportarlo. Esta operación requirió muchas lecciones y mucha paciencia a lo largo de dos años y medio."
Restos de un detonador eléctrico hallados en la casa de Morata, de cuya inspección policial se ha proyectado un vídeo en el juicio.
Según los intérpretes, ésta es la conversación literal:
Rabei: Todos mis amigos se fueron, se han ido todos, me quedé solo. Todos mis amigos se han ido, los hay quienes murieron en el camino de Dios en Afganistán. No te voy a ocultar la operación de Madrid que acaban de hacer...
Yahya: ...
R: El tren ese de Madrid que explotó...
Y: Ah, sí!
R: Son mi gente quien la hizo,... nuestra gente.
Y: ¿En España?
R: Sí... Todos son amigos míos, de ellos cinco cayeron mártires, que en paz descansen, y ocho en la cárcel. Pero Dios no quiso mi martirio y me salvó de la cárcel. Yo no estaba con ellos en aquellos días. Pero fue mi gente... y yo estaba al tanto previamente, pero exactamente... exactamente lo que iba a pasar no me dijeron...".
Los intérpretes también niegan que dijera: "Hay que entrar en las filas de Al Qaeda". "En ningún momento surge la palabra Al Qaeda", han afirmado. Otra frase de 'los italianos' es: "Hay que llamar a las puertas de Al Qaeda". Según los intérpretes, "no dice eso", aunque fonéticamente suena parecido. "Es una mala interpretación por desconocimiento del Corán", ha añadido el portavoz.
Sobre una conversación en la que supuestamente Rabei habla de unas "mujeres dispuestas a ser mártires" en varios países y que "sólo hay que llamarlas", los intérpretes aseguran que esto es un pasaje de la historia árabe.
La fiscal del caso, Olga Sánchez, no ha ocultado su enfado cuando se ha dirigido a los intérpretes y les ha interrogado sobre su método de trabajo. Cuando uno de los intérpretes dice que "ellos (los italianos) caen en interpretaciones que no son adecuadas", la fiscal les ha espetado elevando el tono de voz: "¿Y la suya es la adecuada en un contexto de terrorismo?"
"¿Cuántas veces lo han oído?", ha interrogado la fiscal. "Concretamente, uno de los pasajes conflictivos, 20 veces", ha respondido el intérprete.
Olga Sánchez también les ha preguntado si habían limpiado el ruido de fondo que a veces impide oír bien las conversaciones. Ellos han respondido que no. Y ella les ha reprochado que los traductores de la Policía italiana sí lo hicieron.
Entonces, el intérprete ha respondido que ellos nunca llenan o interpretan "lagunas" que no se oyen, sino que sólo han traducido lo que se escucha bien. "Siempre partimos de unidades que hemos definido de manera muy segura", ha alegado.
(El mundo, 30 de mayo de 2007)
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