martes, 10 de abril de 2007

Amanecer

La luna empañaba el horizonte y se batía en duelo con unos incipientes rayos de sol. Borrachos de alcohol despedíamos la noche chapoteando en el mar.
Los tres habíamos dejado la ropa en la orilla, cerca de la gran roca que bordean las dunas.
La música ya hacía rato que había dejado de eschucharse y en la distancia apenas se oían los primeros pájaros de la mañana. Pedro estaba eufórico. Salía y se hundía en el agua sin parar. Los efectos del último éxtasis lo habían transformado radicalmente.
Javier, por el contrario, se sentía abatido, hundido en una profunda melancolía que crecía según la noche desaparecía.
Javier ni había bebido en exceso, ni había consumido drogas artificiales... Javier simplemente era consciente de que, por culpa mía, las cosas no volverían a ser iguales tras esa noche.
Yo sabía que era cierto, que probablemente a partir de hoy ya no sabría distinguir cuando una mirada era inocente o culpable, cuando un susurro era jocoso o tendencioso, cuando un abrazo era amistoso o traicionero.
Javier me miró y comprendió lo que estaba pensando, sonrió, se levantó, se acercó a la orilla y se zambulló en el agua.
Yo entendí que ese acto bautismal marcaba el comienzo de un nuevo periplo y le seguí.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Bautismo, rito de paso o de iniciación? La duda ante lo prohibido y el salto al vacío. El orgullo y la falsa culpa del corruptor. La batalla perdida pero peleada entre la noche y el día.

Mu bonito, mu veraniego. Based on facts?

Brevedades dijo...

No, nada de based on facts, invención. Lo que pasa es que tu me conoces y puedes creer que los tiros van por un lado u otro. Por eso me molaría que alguien que no me conoce opinara al respecto. Por ver qué entiende. Mi idea era crear un texto muy abierto.
No sé si conoces los relatos hiperbreves. Hay una recopilación bastante buena y muy baratica en la editorial Páginas de espuma. Son desde relatos de dos líneas a dos páginas. Es muy socorrido para cuando uno va a hacer sus cosas. El caso es que estos relatos, al ser tan pequeños, te permiten imaginarte un montón de cosas, y por eso me gustan, dan mucho juego.
También últimamente intento recrear en español el juego de generos que se da inglés, esa ambigüedad de expresiones como "my partner". Es decir, si lees el relato otra vez, no sabe si el que cuenta la historia es un chico o una chica. No hay nada que deje entrever una cosa u otra. Hacer eso en español es complicado porque nuestra gramática no es tan aséptica como la británica, y o bien lo haces con textos cortos para que te quede medianamente bien, o incorporas muchas florituras para despistar.

Unknown dijo...

Es verdad, el inglés es el idioma del understatement y la ambigüedad, por muy exacto que resulte en las ciencias y la tecnología. Aunque el español se puede prestar también si se hila bien. Por ejemplo, tienes toda la razón en lo de que el narrador podría ser un chico o una chica.

Unknown dijo...

En cuanto a las historias mínimas, yo tengo la Antología de cuentos e historias mínimas (siglos XIX y XX) de la colección Austral (Espasa). Puedes mirártela.

Y para más concreción todavía, mira este post sobre relatos en 6 palabras. Te reto a escribir alguno. Por supuesto, en inglés es más fácil.