sábado, 21 de abril de 2007

Что делать? - ¿Qué hacer?

Esta pregunta se la hizo el filósofo politólogo ruso Chernishevski (Чернышевский) a finales del siglo XIX. Este señor fue un auténtico socialista utópico de los que ya no hay. Escribió el libro ¿Qué hacer? (aquí integramente en ruso) una novela un poco infumable que giro entorno a cómo unas personas tremendamente disciplinadas ponen toda su empeño en llevar a cabo la revolución, y subyugan sus vidas en pos de un objetivo común. El trasfondo moral es en cierta medida la antítesis del que relata Padres e hijos de Turgenev, otro libro (magistralmente escrito) donde prima lo contrario: el nihilismo, y la evocación del ser uno mismo frente al grupo. Siguiendo con Qué hacer, Lenin tomó el título del libro y algunos aspectos de él para hacer un pequeño folleto en el que exhortaba a los trabajadores a no parar en conseguir la formación de sindicatos, sino que debían instaurar un partido político radical que realmente transformara la sociedad. Plejánov, otro eminente filósofo socialista, pero con los pies más en el suelo, creyó necesario inyectar un poco de cordura tanto al uno como al otro, y escribió ¿Qué es lo que no hay que hacer? Una excelente exposición de razones argumentadas sobre por qué es mejor ir paso a paso para no estrellarse si se quiere de veras transformar la sociedad. Por supuesto que ni el libro apenas se leyó, ni sus ideas llegaron a puerto.
Un par de frasesitas que ilustran la personalidad de los autores mencionados:
Plejánov: "el arte depende de la economía"
Lenin: "una persona debería ser tan radical como la vida"
En fin, como veis, hoy hablo, del radicalismo, y de qué es lo que hay que hacer con la vida. Creo que en los tiempos que corren (al menos en el mundo occidental) las tesis de Turgenev han ganado la batalla. Pero ¿hay que ser radical para ser uno mismo? Yo creo que si no eres radical no existes, es cuando eres radical en tus acciones y en tus pensamientos cuando te descubres a ti mismo. Pero es importante el aspecto de pasar a la acción: "...Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fé sin obras está muerta..." que dijo el apostol Santiago
¿Por otro lado, cuándo, cómo y por qué hay que renunciar a uno mismo? ¿Merece la pena el grupo? Otro frase bíblica para terminar:
"Jesús llamó a la multitud y a sus discípulos y les dijo: El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga"
Mt 17, 1-9
PD: hay un movimiento artístico revolucionario contemporáneo que entronca con las premisas de Chernyshevsky y que además se llama Chtodelat (es como se lee "qué hacer" en ruso). Visitad su página web y leeros algunos de los artículos que publican (vienen bilingües, inglés-ruso)

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias por el enlace al libro integramente en ruso. Ha sido de gran ayuda. Inestimable.

Unknown dijo...

Luego dices que yo estoy agringao. En fin. Creo que entiendo lo que quieres decir, pero no del todo. En cualquier caso, te voy a dar un poco de caña: yo no soy un nihilista de los de Turgenev, pero sí de los de "El Gran Lebowski" :'). El nihilismo pacífico es una respuesta muy humana al chiste cósmico que es nuestra vida, a nuestra limitación para entender de qué va todo esto.

Admiro cómo mezclas frases de Lenin y pasajes bíblicos sin despeinarte. Eso dice mucho de las similitudes entre ambas ideologías.

El radicalismo en el sentido bolchevique (no muy distinto de los radicalismos religiosos) es una mierda y ahí está la historia escrita en sangre para contarlo.

El radicalismo en el sentido utilitarista de los liberales me parece más respetable, en su justa medida. En general, es muy sano que alguien sea radical de forma individual y no violenta, sin imponer nada por la fuerza a los demás.

Lo más radical que veo yo en estos tiempos (en el sentido positivo) es internet.

Lo de renunciar a sí mismo... para encontrarse a sí mismo no es un poco contradictorio?

Qué es sacrificarse por el grupo? A menos que el grupo te haya dado inequívocamente su apoyo en pleno para ese sacrificio... me parece una manipulación, una autojustificación, Stalin, Hitler, el Papa.

He leído el editorial de la página de Chto delat. Puede tener en el sentido en el contexto ruso. Pero aparte de eso, me suena a chino, sinceramente. Y lo poco que entiendo no me parece nada nuevo.

El artista tiene que ser radical, ese es su papel desde hace mucho tiempo. Pero puede serlo de muchas maneras: el momento de poner una mierda pinchá en un palo y llamarla arte ya ha pasado. Tan radicales me parecen Norman Rockwell o Carl Larsson como Warhol o Banksy.

He dicho.